La investigadora Karina Bravo Montero, trabajadora social especialista en Migración, Desarrollo y Derechos Humanos, con enorme experiencia de trabajo con población migrante y personas en situación de calle, realizó, en colaboración de Fundación Gente de la Calle, el informe de estudio “Caracterización de los migrantes venezolanos en situación de calle”.
Este documento presentó el análisis del “Catastro para personas en situación de calle, con foco en población migrante venezolana”, que fue realizado durante los meses de junio y julio del año 2022, en la Región Metropolitana. El estudio se llevó a cabo en sectores específicos de las comunas de Recoleta, Independencia, Ñuñoa, Providencia, Quinta Normal, Santiago Centro y Estación Central. Se implementó por el equipo de Fundación Gente de la Calle y fue financiado por Fundación Konrad Adenauer Stiftung Santiago-Chile.
Las encuestas para el catastro se realizaron en la calle, en albergues y en residencias pro migrantes habilitados para personas en situación de calle, siendo aplicadas a todas las personas mayores de 18 años –independientemente de la nacionalidad– por medio de un cuestionario que aportó información acerca de los antecedentes generales de la población migrante en situación de calle, vínculos sociales en el país de acogida e información relacionada al acceso a ciertas prestaciones sociales y derechos de personas migrantes.
Para la aplicación del catastro, se contó con el apoyo de grupos de voluntariado e integrantes de organizaciones de la sociedad civil. También participaron funcionarios de organismos públicos, entre ellos la Unidad de Salud Intercultural de la Seremi de Salud de la Región Metropolitana y el Programa Calle del Ministerio de Desarrollo Social y Familia.
Análisis
De las personas encuestadas, la mayor cantidad de personas en situación de calle se encuentran en los polígonos de Santiago Centro con un total de 73 encuestas aplicadas, Barrio Universitario con 54 encuestas y Quinta Normal con 44 encuestas.
De las 348 personas estudiadas, el 46,8 % son chilenos, el 53,2% son personas de otras nacionalidades, por ende, en este estudio hay una semejanza entre datos de población chilena y los datos de población extranjera.
De la población extranjera, el 78,4% son personas de nacionalidad venezolana, mientras que el 21,6% corresponde a población de otras nacionalidades. Esto se debe principalmente a que se intenciona realizar la encuesta a personas de esa nacionalidad en específico, pero también puede tener relación con el aumento migratorio de la población venezolana en Chile, en comparación con otras poblaciones.
Las cifras más representativas respecto a grupos familiares corresponden a la población venezolana en situación de calle, quienes alcanzan un 33% del total de encuestadas y encuestados, en comparación con otras nacionalidades (7,5%) y población chilena (1,9%). Al analizar la composición familiar, se observa que hay tres tipos de familia: I) las que se componen con madres, padres e hijos, II) las que se componen de sólo por padres (masculino) e hijos y, III) un último tipo que es sólo hijos y madres (femenino). El grupo familiar que más predomina es el de familias “nucleares” y madres con hijos. Estos datos muestran una situación que, si no se aborda prontamente, podría convertirse en un problema social más complejo para el Estado de Chile.
La actual oferta programática para personas en situación de calle no contempla el abordaje e intervención de “familias”. Si bien hay programas para adultos y adultos mayores en situación de calle y también para NNA en situación de calle, ninguno contempla la intervención dentro de grupos familiares.
Si bien el porcentaje de padres con hijos es mínimo, está es una de las mejores expresiones de un nuevo perfil asociado a la situación de calle, la que procede precisamente de la población extranjera.
Un hallazgo a partir del estudio es la feminización de la población migrante venezolana en situación de calle, en donde se observa que hay un 8% más de mujeres en comparación con la población general encuestada. Eso se condice además con la cantidad de familias en situación de calle (17% más de personas que viven acompañados): 1 de cada 3 venezolanos(as) son mujeres.
En cuanto al trabajo, es interesante que el 68,2% de los venezolanos(as) entrevistados(as) refiere trabajar por cuenta propia, el mismo porcentaje de la población chilena en situación de calle, aun cuando este grupo tiene la dificultad de encontrarse en situación migratoria irregular, lo que les impide acceder a empleos formales por no contar con una visa de permanencia regular. Por lo mismo, no hay venezolanas(os) entrevistadas(os) que trabajan formalmente, es decir por medio de un contrato de trabajo. Aun así, si se suma el porcentaje total de quienes tienen un trabajo, sea este por medio de contrato de trabajo, acuerdo de palabra o trabajo por cuenta propia, vemos que la población venezolana predomina con un 79,2%, en comparación con la población chilena que alcanza un 73,7 o la población extranjera de otras nacionalidades con un 65%.
La dimensión centrada en el consumo de drogas, muestra que en el caso de la población chilena existe un equilibrio entre quienes consumen algún tipo de sustancia o alcohol (60%) y quienes no consumen (40%), lo que no varía mucho con la información que podemos obtener a través del Registro Social Anexo Calle. En cambio, en la población venezolana existe un alto porcentaje de personas que no consume ningún tipo de sustancias, alcanzando un 74.5% del total de entrevistadas(os).
El alcohol, por otro lado, es una de las sustancias más comunes a la hora de consumir en calle, pero en el caso de la población venezolana este porcentaje no llega a ser representativo alcanzando sólo el 2%.
Conclusiones
El estudio identificó la necesidad de pensar y formular las intervenciones sociales para personas en situación de calle de manera intersectorial, en donde se aborde la situación de calle paralelamente con la situación migratoria de las personas, tanto en su prevención, como es, por ejemplo, el abordaje temprano de personas con estatus migratorio irregular, como para su erradicación. Con ello, trabajar en el la implementación de un instrumento de caracterización que incluya a la población migrante, independientemente de su situación migratoria.
Los datos que se presentan en el estudio indican que la situación de calle se debe, en el caso de las personas extranjeras con poco tiempo en Chile, a cómo se aborda la situación migratoria de las personas dentro del país, además de las condiciones en las que migran las mismas. La política migratoria y la gestión de la misma, complejizan la obtención oportuna de un visado que permita establecerse de manera regular en el país, con ello, se enfrentan a la desprotección y desamparo legal, exponiéndose a trabajos forzosos y mal remunerados, abuso en los cobros de vivienda, precariedad en el acceso a la salud, entre otros. Por otro lado, el aumento de ingresos por pasos no habilitados pone en riesgo el abordaje integral de estos migrantes ya que esto es considerado un delito migratorio, por tanto, en primera instancia, quienes ingresan por pasos no habilitados deben, según lo que se indica en la ley, autodenunciarse para luego esperar la orden de expulsión. Si bien existen solicitudes para casos sociales en el Servicio Nacional de Migraciones, en la práctica y dada la experiencia del trabajo con migrantes en Fundación Gente de la Calle estos procesos son de años y que no aseguran la obtención de un visado, dejando a las personas en constante limbo a la espera de respuestas.
La crisis económica en Venezuela, la migración forzosa y los ingresos por pasos no habilitados hacia Chile fomentan las probabilidades de encontrarse en situación de calle a futuro, tanto para un individuo como un grupo familiar, considerando además la cantidad de menores de edad en situación de calle que alcanzó este estudio (103 NNA).
Es necesario en el abordaje temprano de esta situación, por un lado, brindarles a las familias espacios de protección y resguardo, para así evitar la permanencia y cronicidad de estos grupos familiares en situación de calle.
Por otro lado, es urgente reconocer que los programas para personas en situación de calle no están diseñados para grupos familiares. Aunque existe oferta de residencias y hospederías para personas en situación de calle, esta no alcanza a cubrir ni un cuarto de la cantidad de personas que efectivamente se encuentran en esta situación.
El presente resumen del informe se encuentra en la Memoria Institucional de la Fundación Gente de la Calle 2022, al que puedes acceder mediante el siguiente enlace: